
Tu orgullo, tu superhéroe, tu aliento, tu soporte, tu sustento, tu amigo, tu ejemplo a seguir, tu todo, como puede ser que esa persona de un momento a otro ya no sea nada, que solo pueda servir como material, que no sea capaz de brindarte un abrazo cuando más lo necesites.
Yo lo amo, pero existe un rencor en mí, un rencor que no me deja en paz, que me persigue como una sombra sin poder salir de mi cuerpo.
Yo lo amo, pero las ganas de decirle todo lo que siento son cada vez más grandes.
Yo lo amo, pero la amo más a ella, que no soporto la idea de que le este haciendo daño.
Yo lo amo, pero amo más a ellos, que no puedo verlos llorar.
Yo lo amo, pero más me amo a mí y necesito reclamarle cada uno de sus insultos.
No puedo morir en silencio, él no se puede morir sin haberme escuchado, los dos nos amamos, pero existe un miedo de por medio. El tampoco puede dormir tranquilo, le falta mi cariño, lo quisiera hacer, pero él me enseñó a ser fría, a no poder abrazar, a no poder decir “TE QUIERO”, pero le doy gracias, porque me enseñó a ser fuerte, me enseñó a luchar por la vida, pero no me enseñó lo que es decir lo que uno piensa, el siempre tiene la razón, no puedo ir contra sus pensamientos, es una persona muy cerrada, muy fría, muy todo.
El no es malo, yo lo amo, pero quisiera que fuera distinto, que me entienda, que me deje hablar, que me diga “TE QUIERO”, que me de un abrazo a cada momento y no cuando las copas de más se lo piden.
Todos tenemos errores, él también los tuvo, pero eso se puede arreglar, todo depende de él, todo depende si nos ama demasiado como para poder cambiarlos.
Te amo, pero tengo algo que decirte…..